15 jul 2014

Responsabilidad y honestidad

La labor sindical, imprescindible y reconocida constitucionalmente, se encuentra en muchas ocasiones con sinsabores. Últimamente, el descrédito de los sindicatos motivado por acciones irresponsables de unos pocos, hace que la sociedad meta de forma mayoritaria en el mismo saco a todos los sindicalistas, sin distinción.

Y hay que romper una lanza en favor de quienes, a cambio de una gran dedicación altruista, se esfuerzan y trabajan en conseguir mejorar las relaciones laborales de su entorno, no siempre fáciles.

En el plano que nos ocupa, el estrictamente municipal, poco ayudan a mejorar esa imagen actitudes como las demostradas últimamente por algunos delegados de CC.OO. en el Ayuntamiento de Manzanares, dedicados a menospreciar de forma personal a representantes de otros sindicatos y a filtrar supuestos y falsedades.

CC.OO., un sindicato de clase, con miles de compañeros y compañeras que luchan por los derechos de los trabajadores, con el que UGT ha firmado miles de acuerdos, está pisando terrenos pantanosos y esparciendo fango desde que cambió de delegado sindical en el Ayuntamiento. Ahora se deja guiar por una persona que lejos del acuerdo, únicamente plantea impedimentos y trabas que en nada benefician al conjunto de los trabajadores.

De ello deberán preocuparse sus compañeros de sección sindical. Pero en lo que compete a las relaciones con el resto de fuerzas sindicales, el citado delegado ha entrado en un camino que hace cada vez más difícil los acuerdos y el consenso.

Hasta última hora trató de dinamitar el consenso y el acuerdo logrado -incluso con sus compañeros de sindicato- en la negociación del último convenio colectivo del personal laboral, y que supuso todo un logro.

A la postre, a quien únicamente busca su provecho personal con la condición de representante sindical, importándole muy poco los acuerdos y el consenso, sus propios compañeros le terminarán pasando factura.

El próximo año se celebrarán elecciones sindicales. ¿Qué pensarán el resto de trabajadores municipales de personas que les piden el voto para luego impedir acuerdos, o para abusar de las horas de crédito sindical dedicándolas a cosas que nada tienen que ver con la noble tarea de representar a tus compañeros/as?

Volvemos al principio. Todos no estamos en el mismo saco. Unos pocos que dedican horas sindicales a irse de puente mientras sus compañeros trabajan, o a mantener reuniones sindicales en la terraza de un bar tomando cañas cuando aprieta el calor, no pueden ennegrecer la necesaria acción sindical en las relaciones laborales. Y desde luego, no son precisamente quienes deben dar lecciones a nadie.

Por favor, responsabilidad y honestidad.

Juanjo Díaz-Portales
Delegado Sindical de UGT
Ayuntamiento de Manzanares